Las
precipitaciones presentan un total anual (1 090,2 mm) abundante
(superior a 800 mm) y una distribución bastante regular a lo largo del
año, con un corto mínimo en verano, durante el cual hay un solo mes
(julio) con precipitaciones inferiores a 30 mm. El máximo de
precipitaciones tiene lugar en el invierno (enero). Dadas las
temperaturas de esta estación caerán principalmente en forma de lluvia.
El total y el régimen de precipitaciones es característico del clima
oceánico de transición. La temperatura media anual es de 11,4° y la
amplitud térmica es baja (11,7°). El verano es fresco (ningún mes con
temperatura media igual o superior a 22°) y el invierno frío (la
temperatura media del mes más frío está entre 6 y –3°), aunque no
demasiado, dado que el mes más frío tiene una temperatura media de 5,9
°C. Estas características térmicas permiten suponer que este clima tiene
una posición septentrional e interior dentro de la Península (invierno
frío), aunque no muy alejada de la costa, pues el invierno es poco riguroso y la amplitud térmica es baja.
Climograma: Águilas (mediterráneo subdesértico)
Las precipitaciones presentan un total anual (177 mm) muy escaso, inferior a 300 mm anuales y una distribución irregular a lo largo del año con acusada sequía (11 meses con precipitaciones inferiores a 30 mm), siendo el otoño (octubre) la época con mayor precipitación relativa.
El
escaso total y el régimen de precipitaciones es característico de los
climas mediterráneos subdesérticos o esteparios. La temperatura media
anual es alta, 19 °C y la amplitud térmica media (14,6 °C). El verano es
caluroso (cuatro meses con temperatura media superior a 22 °C, desde
junio a septiembre) y el invierno suave (la temperatura del mes más frío
del invierno no baja de 10 °C). Estas características térmicas permiten
suponer que este clima tiene una situación costera mediterránea y
meridional dentro de la Península.
La
relación entre la temperatura y las precipitaciones muestra una aridez
muy elevada: el índice de aridez de Gaussen se cumple en once meses
(todos menos octubre), por lo que puede considerarse semiárido
extremado. De acuerdo con las características analizadas podemos
concluir que se trata de un clima mediterráneo subdesértico o estepario,
situado en el SE peninsular. Las causas de la aridez en esta zona son
que se encuentra al abrigo de las borrascas atlánticas por los relieves
de las cordilleras Béticas, que llegan con dificultad las borrascas
mediterráneas y que son frecuentes las advecciones de aire seco
africano. Solo las perturbaciones que penetran por el Estrecho o las
formadas ocasionalmente sobre el mar de Alborán provocan
precipitaciones. Este clima lleva asociada una vegetación de tipo
estepa, con arbustos espinosos, nudosos, bajos y discontinuos, que dejan
el suelo al descubierto. Los ríos son de escaso caudal y extremadamente
irregulares, pudiendo permanecer secos una parte importante del año. El
suelo predominante es gris subdesértico o serosem.
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