INTRODUCCIÓN A LOS MAPAS DE TIEMPO

Conocer cuál es el tiempo que va a hacer dentro de unas horas o dentro de unos días es una información que resulta de gran interés para la mayor parte de las personas. De ahí que los meteorólogos estudien cual es el estado de la atmósfera para predecir cómo va a evolucionar esta en un plazo determinado.

            Para ello se analizan una serie de parámetros como la presión atmosférica o el desplazamiento de las masas de aire mediante los denominados frentes. Pero también es necesario saber cuál es el estado de la atmósfera en las capas altas de la misma, pues su evolución acabará también afectando al tipo de tiempo que existe en la superficie terrestre. De esta forma es necesario conocer cómo se desplaza el Jet Stream o Corriente en chorro a varios kilómetros de altura.

            La representación gráfica de todos estos fenómenos es lo que se conoce como el mapa de tiempo. Este puede hacer referencia tanto a las condiciones existentes en la superficie de la tierra (mapa de superficie), como en las capas altas de la atmósfera (mapa de altura). El análisis combinado de ambos hechos permitirá el conocimiento del tipo de tiempo que va a hacer. De esta forma es necesario estudiar fenómenos como la presión expresada en milibares o hectopascales, pues un valor superior a 1013 será indicativo de una alta presión que dará lugar a un tiempo estable o seco, mientras que si es inferior o igual a esa cantidad corresponderá a una baja presión caracterizada por un tiempo inestable o lluvioso.

            Los frentes de aire representados por líneas con semicírculos rojos indican masas de aire cálido, mientras que los que están representados con triángulos azules señalan las masas de aire frío, lo que repercutirá sobre la temperatura que hará por los territorios sobre las que se sitúen.

            Las corriente de chorro representada en altura por la presión que existe a 500 milibares marca el límite entre las zonas más frías (al norte) y las más cálidas (al sur). Su forma sinuosa o más rectilínea es la clave para entender el desplazamiento de las bolsas o masas de aire que existen a 5 o 10 kilómetros de altura que en muchos casos serán determinantes para la formación de fenómenos (como la gota fría) que en ocasiones puntuales afectan a regiones superficiales en forma de precipitación torrencial.